¿Se debería quemar toda Lima para así tener una ciudad sin tugurios como antaño dicen lo provocó Nerón en su Roma? Los extremos nunca son buenos, pero lo ocurrido demuestra nuestra irresponsabilidad.
El incendio se inició en el sótano de la galería Center Geraldine S.A ubicada en el jirón Puno, donde se venden juguetes y plásticos. La Policía Nacional y miembros del serenazgo de la Municipalidad de Lima acordonaron la zona, además, las tiendas aledañas fueron cerradas y efectivos del orden evacuaron a comerciantes y al público. A pesar de los esfuerzos que realizaron los bomberos por controlar el incendio, las llamas continuaron expandiéndose y afectaron a otros inmuebles colindantes al edificio donde se originó el siniestro.
Bomberos lograron controlar incendio tras arduo trabajo de 21 horas.Invocó a todos los involucrados a realizar una fuerte campaña para corregir los defectos de esta zona comercial como la tugurización, la carencia de servicios de agua potable, las conexiones eléctricas y las licencias que se expiden sin control alguno.
El ministro de Salud, Carlos Vallejos sostuvo:"Esto es un aviso que todos debemos de tener en consideración, es una situación gravísima, por lo cual, se deben tomar las medidas de precaución hoy mismo y no esperar más", dijo. "Es algo terrible, estamos exponiendo a mucha gente, empezando por los comerciantes que exponen la vida, que es lo más valioso que tenemos, por trabajar en condiciones que son absolutamente prohibidas en cualquier medio".
Personalmente, las autoridades pueden decir mucho, pero no se concreta ninguna medida en pos de evitar con soluciones económicas y políticas laborales la aguda informalidad de los vendedores.El peruano que no tiene dinero, por falta de oportunidades educativas- que hubieran promovido un nivel cultural superior- y laborales, recurre al comercio ambulatorio como la solución para sus problemas y los demás apoyamos esta mendicidad cada vez que les compramos sus productos.
Lo insólito
Galeria siniestrada en Mesa Redonda fue multada hace siete meses por falta de seguridad Reconocimiento Los bomberos son los verdaderos protagonistas del esfuerzo contra estos siniestros a pesar del olvido total del ingrato Estado.
EN DICIEMBRE DE 2001, POR LO MENOS 290 PERSONAS MURIERON, 174 FUERON DADAS POR DESAPARECIDAS
A las 7pm del 29 de diciembre el cielo del Centro de Lima se llenó de una macabra luminosidad. Luces de colores y sonidos de silbadores hacían eco de los gritos desgarradores de cientos de personas que trataban de escapar de la muerte a la cual no pudieron eludir más de 120 personas calcinadas y cerca de un centenar de heridos.La desesperación envolvía a todos. La alocada carrera de la gente escapando en dirección al jirón de la Unión por los jirones Cusco y Miró Quesada produjo que muchos fueran empujados y caigan sin sentido.
Treinta personas atrapadas en un altillo, cerrado con rejas, mientras el primer piso estaba totalmente envuelto en llamas.Los bomberos actuaron rápidamente y uno a uno fueron bajando a los atrapados. Justo a tiempo, porque a los pocos minutos ese altillo era devorado por las llamas.
Un comerciante quiso probar un juego pirotécnico, cuyas chispas saltaron y con ello desencadenó una mortal cadena de fuego que no se detuvo. Con el paso de las horas el fuego era controlado, pero el ruido ronco provocado por la caída de los muros de algunos locales así como el hallazgo de más cadáveres, anunciaban que el siniestro había cobrado el costo del desorden y la informalidad.
En diciembre de 2001, por lo menos 290 personas murieron, 174 fueron dadas por desaparecidas, 10 millones de dólares en daños materiales y una herida difícil de cicatrizar por un incendio que comenzó en circunstancias parecidas a las de esta ocasión, pero todavía no es suficiente escarmiento.
Fuentes: Fotos de revista Caretas y diario El Comercio.
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