El gobierno del estado brasileño de Río de Janeiro contabilizó siete nuevas muertes por dengue, que elevaron a 54 el número de fallecidos por esta enfermedad vírica desde enero, informaron fuentes oficiales.
La mitad de los fallecidos fueron niños de entre 2 y 13 años, según el balance publicado por la Secretaría Estatal de Salud.
Del total de muertos, 20 personas perecieron por la variedad hemorrágica de la enfermedad, la más grave y que evoluciona con mayor rapidez.
Otros 60 casos sospechosos de muertes con síntomas parecidos al dengue están siendo investigados y podrían ingresar a la lista.
Tan solo en la capital, que es la ciudad más turística de Brasil, la cifra de muertos asciende a 31 personas y la de contagios, a 26.668, desde inicios del 2008.
La Secretaría de Salud estatal confirmó que esta semana va a abrir dos nuevas tiendas de campaña para hidratar a los pacientes, a los que se les inyecta un suero intravenoso para detener la caída de plaquetas, que agrava el estado de salud y puede llevar a la muerte.
Con esas nuevas tiendas, subirá a ocho el número de puntos de hidratación, que funcionan 24 horas por día.
El Ministerio de Salud, con la colaboración de las Fuerzas Armadas, también tiene previsto instalar tres hospitales de campaña.
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