Saludos a todos mis lectores.
Respecto a la inscripción de los docentes en el concurso público de plazas en las instituciones educativas estatales, pues quiero expresarles mi decepción al comprobar, una vez más con este proceso, la burocracia y el aprovechamiento económico de algunas autoridades.
Por ejemplo, en Cajamarca me dirigí a la Dirección Regional de Educación y comprobé el caos reinante, la desinformación del personal encargado y la derivación a otra dependencia para la legalización de los documentos.
Viajé a Chiclayo; la Dirección Regional se aprovechaba del proceso de incripción y engañaba a los docentes con el cobro de un nuevo sol por la declaración jurada, solicitada como requisito. Sin embargo, si alguien enjuiciaba dicho pago, entonces le decían que no era obligatorio en la caja de la Dirección porque también podía, el postulante, presentar solo una fotocopia.
En Lima, por la concentración poblacional , la inscripción no se realizó en la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM), sino en la Unidad de Gestión Educativa (UGEL) correspondiente o elegida por el docente.
En la DRELM se cobró de forma injustificada también un nuevo sol por sellar cada fotocopia del título del docente, requisito en la UGEL.
El proceso de inscripción ha terminado con aproximadamente 180 mil docentes inscritos, pero no dejaremos de criticar el fin lucrativo de algunas autoridades que se están beneficiando.
En este proceso participan jóvenes docentes recién egresados y hasta profesores de edad avanzada. Unos retornan al sector educacional, otros recién vislumbran una oportunidad sin haber ejercido la docencia, muchos son contratados que intentan conseguir una vacante que les otorgue estabilidad laboral, etc.
Además de soportar largas colas, la supeditación de dos horas de refrigerio de varias UGEL, la venta inescrupulosa de fólderes y fotocopias a precios triplicados por parte de vendedores informales y el inclemente calor- en las zonas en las que se presenta, para otros será el intenso frío o lluvias-también se sufrió el abuso por cobros indebidos como lo he planteado. Han proliferado muchos centros de capacitación docente para rendir de forma adecuada el próximo examen; nadie los supervisa ni evalúa sus contenidos ofrecidos o la forma cómo se dictan.
Tras esta odisea, se debe verificar si el expediente presentado es apto o no.
Pueden acceder a dicha información en los siguientes enlaces:
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