El jueves 10 de junio de 2010, María Fernanda Núñez fue atacada por un hombre, quien le roció -con premeditación- ácido muriático en el rostro. Ella era una de las participantes en el concurso de belleza en Colombia y representaba a la región Cúcuta.
El insensible suceso ocurrió cerca del domicilio de la joven cuando regresaba de un ensayo para el certamen de belleza; ella se encontraba en su auto con sus padres, quienes no pudieron detener al hombre, porque huyó en una motocicleta y, sobre todo, por socorrer a su hija que gritaba por el intenso dolor. La sustancia le ha lastimado, además del rostro, el pecho y las piernas.
Hoy (15 de junio) ha salido del hospital y su rostro se encuentra vendado y su madre la ha apoyado para poder caminar.
Hechos como estos reflejan el lado irracional y deshumanizado de algunas personas, quienes pueden pasar por nuestro lado y a nosostros jamás se nos ocurriría lo desalmados que pueden ser. Escribo "irracional", pues no han pensado en el daño psicológico y el físico irreparables que le han causado a otro ser humano. Ningún castigo o pena que la sociedad le imponga al atacante, es más, ni con su muerte podría pagar por lo que ha hecho. Sin embargo, detrás del que ejecuta está el culpable intelectual. Hay sospechas de las otras participantes.
La belleza puede esconder un rostro muy malévolo.
Fuentes: El Comercio, Terra
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