martes, 20 de marzo de 2012

20 de marzo: Día sin Carne


A comer verduras.

Me gusta que la fecha nos motive a variar nuestra monótona alimentación.
Pobres animales asesinados cada día en todo el planeta, pero -al mismo tiempo- cuánta carne consumimos.

Fuente:
http://elcomercio.pe/gastronomia/1390004/noticia-dia-mundial-sin-carne-10-sabrosas-opciones-celebrar

lunes, 19 de marzo de 2012

El sueño del pongo de José María Arguedas


José María Arguedas (Andahuaylas, Perú, 18 de enero de 1911 - Lima, 2 de diciembre de 1969) vivió el sentir indígena; representó la sierra sureña del Perú. Como docente, traductor del quechua y estudioso del folclor supo exponer una visión endocéntrica (la que expone los sentimientos, creencias, anhelos, etc.) del mundo andino a lo que le sumó el realismo mágico en su reconocida novela Los ríos profundos.
Deseo compartir este relato El sueño del pongo en el que la relación opresor-oprimido recibirá justicia divina. No ofendas a otros si no quieres que te ofendan a ti.
El sueño del pongo de José María Arguedas
 




Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo, de sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas viejas. El gran señor, patrón de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludó en el corredor de la residencia. · ¿Eres gente u otra cosa? - le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio. Humillándose, el pongo contestó. Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie. · ¡A ver! - dijo el patrón - por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas sus manos que parece que no son nada. ¿Llévate esta inmundicia! - ordenó al mandón de la hacienda. Arrodillándose, el pongo le besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al mandón hasta la cocina. El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero había un poco como de espanto en su rostro; algunos siervos se reían de verlo así, otros lo compadecían. "Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna debe ser el frío de sus ojos, el corazón pura tristeza", había dicho la mestiza cocinera, viéndolo.

El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado; comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban, cumplía. "Sí, papacito; sí, mamacita", era cuanto solía decir. Quizá a causa de tener una cierta expresión de espanto, y por su ropa tan haraposa y acaso, también porque quería hablar, el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al anochecer, cuando los siervos se reunían para rezar el Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al pongo delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo. Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya estaba hincado, le daba golpes suaves en la cara. · Creo que eres perro. ¡Ladra! - le decía. El hombrecito no podía ladrar. · Ponte en cuatro patas - le ordenaba entonces- El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies. · Trota de costado, como perro - seguía ordenándole el hacendado.

El hombrecito sabía correr imitando a los perros pequeños de la puna. El patrón reía de muy buena gana; la risa le sacudía todo el cuerpo. · ¡Regresa! - le gritaba cuando el sirviente alcanzaba trotando el extremo del gran corredor. El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado. Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras tanto el Ave María, despacio, como viento interior en el corazón. · ¡Alza las orejas ahora, vizcacha! ¡Vizcacha eres! - mandaba el señor al cansado hombrecito. - Siéntate en dos patas; empalma las manos. Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando permanecen quietos, como orando sobre las rocas. Pero no podía alzar las orejas. Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor. · Recemos el Padrenuestro - decía luego el patrón a sus indios, que esperaban en fila. El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie. En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al patio y se dirigían al caserío de la hacienda. · ¡Vete pancita! - solía ordenar, después, el patrón al pongo. Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus iguales, los colonos.

Pero... una tarde, a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo con sus densos ojos, ése, ese hobrecito, habló muy claramente. Su rostro seguía un poco espantado. · Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte - dijo. El patrón no oyó lo que oía. · ¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro? - preguntó. · Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero hablarte - repitió el pongo. · Habla... si puedes - contestó el hacendado. · Padre mío, señor mío, corazón mío - empezó a hablar el hombrecito -. Soñé anoche que habíamos muerto los dos juntos; juntos habíamos muerto. · ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio - le dijo el gran patrón. · Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos desnudos. Los dos juntos; desnudos ante nuestro gran Padre San Francisco. · ¿Y después? ¡Habla! - ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por la curiosidad. · Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro gran Padre San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos examinaba, pensando, creo, el corazón de cada uno y lo que éramos y lo que somos.

Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío. ¿Y tú? · No puedo saber cómo estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo. Bueno, sigue contando. · Entonces, después, nuestro Padre dijo con su boca: "De todos los ángeles, el más hermoso, que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro ángel pequeño, que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de chancaca más transparente". ¿Y entonces? - preguntó el patrón. Los indios siervos oían, oían al pongo, con atención sin cuenta pero temerosos. · Dueño mío: apenas nuestro gran Padre San Francisco dio la orden, apareció un ángel, brillando, alto como el sol; vino hasta llegar delante de nuestro Padre, caminando despacio. Detrás del ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de luz suave como el resplandor de las flores. Traía en las manos una copa de oro. ¿Y entonces? - repitió el patrón. · "Angel mayor: cubre a este caballero con la miel que está en la copa de oro; que tus manos sean como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre", diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el ángel excelso, levantando la miel con sus manos, enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía, como si estuviera hecho de oro, transparente. · Así tenía que ser - dijo el patrón, y luego preguntó: ¿Y a ti? · Cuando tú brillabas en el cielo, nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar: "Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano". ¿Y entonces? · Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le alcanzaban las fuerzas para mantener las alas en su sitio, llegó ante nuestro gran Padre; llegó bien cansado, con las alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro grande. "Oye viejo - ordenó nuestro gran Padre a ese pobre ángel -, embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que hay en esa lata que has traído; todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo como puedas. ¡Rápido!". Entonces, con sus manos nudosas, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata, me cubrió, desigual, el cuerpo, así como se echa barro en la pared de una casa ordinaria, sin cuidado. Y aparecí avergonzado, en la luz del cielo, apestando... · Así mismo tenía que ser - afirmó el patrón. - ¡Continúa! ¿O todo concluye allí? · No, padrecito mío, señor mío. Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo, nos vimos juntos, los dos, ante nuestro Gran padre San Francisco, él volvió a mirarnos, también nuevamente, ya a ti ya a mi, largo rato. Con sus ojos que colmaban el cielo, no sé hasta qué honduras nos alcanzó, juntando la noche con el día, el olvido con la memoria. Y luego dijo: "Todo cuanto los ángeles debían hacer con ustedes ya está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo". El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas recuperaron su color negro, su gran fuerza. Nuestro Padre le encomendó vigilar que su voluntad se cumpliera.
SIGNIFICADO



pongo. (Del quechua punco). m. Bol. y Perú. Indio que hace oficios de criado. 2. Bol. y Perú. Indígena que trabajaba en una finca y estaba obligado a servir al propietario, durante una semana, a cambio del permiso que este le daba para sembrar una fracción de su tierra. 3. Perú. Paso angosto y peligroso de un río.
Conoce más sobre este gran autor en http://www.librosperuanos.com/autores/jose_maria_arguedas.html

viernes, 16 de marzo de 2012

César Vallejo en logotipo de Google

 Un reconocimiento internacional  por el tan importante aporte literario de César Vallejo Mendoza. Su obra es un orgullo para todos los peruanos. Muchos hemos leído el cuento Paco Yunque y recordaremos el tema del acoso escolar y la injusta diferencia de clases. Estos eran los temas más frecuentes tanto en sus poemas como en su narrativa, pues el mayor aporte que nos ha legado es el desarrollo de una temática que universaliza el sufrimiento humano.

Vallejo nació el 16 de marzo de 1892 en la provincia de Santiago de Chuco, en el departamento de La Libertad. Hoy se recuerda ciento veinte años de su nacimiento y un buscador de información en Internet, el más empleado en el mundo, le rinde un día de homenaje mediante la forma de su logotipo. 
Este logotipo representa una foto del autor, la cual adjunto.
Vallejo en Niza, 1939.


Fuentes:
Imagen: Wikipedia
Información: El Comercio, Google, Wikipedia.


jueves, 15 de marzo de 2012

Clase de redacción

REDACCIÓN DE UN TEXTO CRÍTICO O DE OPINIÓN

Es la exposición de ideas de forma parcializada con respecto a un tema o situación.
El redactor, de esta forma, expresa su punto de vista de acuerdo a la investigación o lectura de los hechos estudiados o actuales.

Características
  1. Estilo directo: No debemos ser redundantes con los datos o explicaciones innecesarias.
  2. Lenguaje descriptivo: Se emplean adjetivos especificativos y explicativos para precisar la información.
  3. Formalidad: El estilo, la estructura, el lenguaje y demás elementos del texto deben plantearse de modo cuidadoso y con respeto de la opinión de los demás. Se descarta cualquier ofensa o expresión insolente contra alguien, pues el autor solo debe expresar su opinión; no es un texto de ataque personal.
  4. Respaldo bibliográfico: La redacción de un artículo de opinión o comentario personal debe basarse en la previa INVESTIGACIÓN DEL TEMA. Las fuentes que se empleen deben quedar registradas en el texto (internamente o al final), por ejemplo, títulos de libros, periódicos, revistas, expresiones de expertos, videos, páginas de Internet, foros, blogs, etc.
Criterios de evaluación
Contenido pertinente o correspondiente al tema que se ha desarrollado
Actualidad de la información o fuentes empleadas
 Estructura básica: titular y antetitular
Estructura interna: Uso de párrafos y oraciones coherentes en género, número y persona (accidentes gramaticales).
 Uso adecuado de la caligrafía y la ortografía (signos de puntuación)

ACTIVIDAD
  1. Copia el artículo del blog Nuestras vidas Día Internacional de la Mujer: varones, actitudes por cambiar
  2. Redactar un artículo de opinión sobre el Día Internacional de la Mujer: 6 párrafos, citar fuentes, titular y antetitular.

jueves, 8 de marzo de 2012

Día Internacional de la Mujer: varones, actitudes por cambiar

Un artículo para todos, pero en especial para ellas.

La existencia de toda la humanidad depende, determinantemente, de la femenina capacidad de gestación.
Particularmente, no considero muy adecuado que exista un "día" para revalorar el rol humano y social que cumplen las mujeres, pues eso de por sí responde a un criterio machista. Sin embargo, lo positivo es que la coyuntura de la efeméride permite o invoca a la reflexión en cada uno de los contextos geográficos sobre la injusta diferencia de género o sexo contra la mujer.

Nuestro contexto latinoamericano-según el diario español  El País- cuenta con la mayor cantidad de mujeres en el gobierno o en cargos públicos; no obstante, somos la región que presenta el mayor índice de casos de violencia y de feminicidio.
 En conclusión, la mujer americana es la más poderosa y la más maltratada.

Todos los años, se recuerda esta fecha y aunque el rol social y público de la mujer cada vez es más protagónico, la discriminación y abuso del hombre se mantiene y sigue causando víctimas tanto en silencio como manifiestas. Psicológicamente, esto responde al sentimiento de superioridad del hombre quien, por ende, considera a la mujer como un ser inferior; por ejemplo, hemos escuchado expresiones absurdas en los conflictos sentimentales: "si no eres mía, no serás de nadie". Quizá lo haya oído una mujer antes de ser asesinada bajo la máscara de los celos enfermizos.

Es avergonzante que en culturas islámicas, la mujer sea lapidada por cualquier motivo, es morboso que sea solo vista como un objeto sexual y que esté destinada a ser ama de casa y prohibida de estudiar o trabajar por algún machista esposo o que sea motivo de trata de personas o de prostitución y muchas otras formas de abuso.

Quiero terminar este artículo primero con el reconocimiento a todas las mujeres responsables, sacrificadas, decididas y por las cuales siento una gran admiración, especialmente a mi querida madre Aura y a mi hermana Ethel.
Finalmente, con la enérgica apelación de un urgente y racional cambio de parecer en todos los que conformamos una familia, una sociedad, un país y un mundo como el nuestro.

Lea Maltrato y liderazgo en América Latina

http://elpais.com/tag/dia_internacional_mujer_trabajadora/a/
Se informará sobre algunas acciones gubernamentales a favor de las mujeres de Dilma Rousseff en Brasil, Cristina Fernández en Argentina y Laura Chinchilla en Costa Rica.

Además, pueden apreciar un video. Espero que el machismo no evite el entender el mensaje.
Advertencia: El lenguaje del video puede ser grotesco.




sábado, 3 de marzo de 2012

Metropolitano: Nueva ruta para Villa El Salvador

Gracias a las rutas alimentadoras, podemos llegar a la estación Central en Chorrillos y trasladarnos hacia Lima. Ahora que el servicio del Metro o tren eléctrico ha colapsado y limitan cada salida a 250 personas, esta será una opción más de cómo trasladarse con mayor rapidez.

Esta nueva ruta requiere del uso de la tarjeta del Metropolitano. El costo del pasaje hasta la estación en Chorrillos es 0.80 céntimos (adultos) y 0.40 céntimos (escolares y universitarios o de institutos). 
Habrá que probar el servicio.

Fuente de imagen:

http://www.metropolitano.com.pe/metro_alimentador.html