José María Arguedas (Andahuaylas, Perú, 18 de enero de 1911 - Lima, 2 de diciembre de 1969) vivió el sentir indígena; representó la sierra sureña del Perú. Como docente, traductor del quechua y estudioso del folclor supo exponer una visión endocéntrica (la que expone los sentimientos, creencias, anhelos, etc.) del mundo andino a lo que le sumó el realismo mágico en su reconocida novela Los ríos profundos.
Deseo compartir este relato El sueño del pongo en el que la relación opresor-oprimido recibirá justicia divina. No ofendas a otros si no quieres que te ofendan a ti.
Deseo compartir este relato El sueño del pongo en el que la relación opresor-oprimido recibirá justicia divina. No ofendas a otros si no quieres que te ofendan a ti.
El sueño del pongo de José María Arguedas
Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo, de sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas viejas. El gran señor, patrón de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludó en el corredor de la residencia. · ¿Eres gente u otra cosa? - le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio. Humillándose, el pongo contestó. Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie. · ¡A ver! - dijo el patrón - por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas sus manos que parece que no son nada. ¿Llévate esta inmundicia! - ordenó al mandón de la hacienda. Arrodillándose, el pongo le besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al mandón hasta la cocina. El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero había un poco como de espanto en su rostro; algunos siervos se reían de verlo así, otros lo compadecían. "Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna debe ser el frío de sus ojos, el corazón pura tristeza", había dicho la mestiza cocinera, viéndolo.
El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado; comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban, cumplía. "Sí, papacito; sí, mamacita", era cuanto solía decir. Quizá a causa de tener una cierta expresión de espanto, y por su ropa tan haraposa y acaso, también porque quería hablar, el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al anochecer, cuando los siervos se reunían para rezar el Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al pongo delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo. Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya estaba hincado, le daba golpes suaves en la cara. · Creo que eres perro. ¡Ladra! - le decía. El hombrecito no podía ladrar. · Ponte en cuatro patas - le ordenaba entonces- El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies. · Trota de costado, como perro - seguía ordenándole el hacendado.
El hombrecito sabía correr imitando a los perros pequeños de la puna. El patrón reía de muy buena gana; la risa le sacudía todo el cuerpo. · ¡Regresa! - le gritaba cuando el sirviente alcanzaba trotando el extremo del gran corredor. El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado. Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras tanto el Ave María, despacio, como viento interior en el corazón. · ¡Alza las orejas ahora, vizcacha! ¡Vizcacha eres! - mandaba el señor al cansado hombrecito. - Siéntate en dos patas; empalma las manos. Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando permanecen quietos, como orando sobre las rocas. Pero no podía alzar las orejas. Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor. · Recemos el Padrenuestro - decía luego el patrón a sus indios, que esperaban en fila. El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie. En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al patio y se dirigían al caserío de la hacienda. · ¡Vete pancita! - solía ordenar, después, el patrón al pongo. Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus iguales, los colonos.
Pero... una tarde, a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo con sus densos ojos, ése, ese hobrecito, habló muy claramente. Su rostro seguía un poco espantado. · Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte - dijo. El patrón no oyó lo que oía. · ¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro? - preguntó. · Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero hablarte - repitió el pongo. · Habla... si puedes - contestó el hacendado. · Padre mío, señor mío, corazón mío - empezó a hablar el hombrecito -. Soñé anoche que habíamos muerto los dos juntos; juntos habíamos muerto. · ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio - le dijo el gran patrón. · Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos desnudos. Los dos juntos; desnudos ante nuestro gran Padre San Francisco. · ¿Y después? ¡Habla! - ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por la curiosidad. · Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro gran Padre San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos examinaba, pensando, creo, el corazón de cada uno y lo que éramos y lo que somos.
Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío. ¿Y tú? · No puedo saber cómo estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo. Bueno, sigue contando. · Entonces, después, nuestro Padre dijo con su boca: "De todos los ángeles, el más hermoso, que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro ángel pequeño, que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de chancaca más transparente". ¿Y entonces? - preguntó el patrón. Los indios siervos oían, oían al pongo, con atención sin cuenta pero temerosos. · Dueño mío: apenas nuestro gran Padre San Francisco dio la orden, apareció un ángel, brillando, alto como el sol; vino hasta llegar delante de nuestro Padre, caminando despacio. Detrás del ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de luz suave como el resplandor de las flores. Traía en las manos una copa de oro. ¿Y entonces? - repitió el patrón. · "Angel mayor: cubre a este caballero con la miel que está en la copa de oro; que tus manos sean como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre", diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el ángel excelso, levantando la miel con sus manos, enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía, como si estuviera hecho de oro, transparente. · Así tenía que ser - dijo el patrón, y luego preguntó: ¿Y a ti? · Cuando tú brillabas en el cielo, nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar: "Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano". ¿Y entonces? · Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le alcanzaban las fuerzas para mantener las alas en su sitio, llegó ante nuestro gran Padre; llegó bien cansado, con las alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro grande. "Oye viejo - ordenó nuestro gran Padre a ese pobre ángel -, embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que hay en esa lata que has traído; todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo como puedas. ¡Rápido!". Entonces, con sus manos nudosas, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata, me cubrió, desigual, el cuerpo, así como se echa barro en la pared de una casa ordinaria, sin cuidado. Y aparecí avergonzado, en la luz del cielo, apestando... · Así mismo tenía que ser - afirmó el patrón. - ¡Continúa! ¿O todo concluye allí? · No, padrecito mío, señor mío. Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo, nos vimos juntos, los dos, ante nuestro Gran padre San Francisco, él volvió a mirarnos, también nuevamente, ya a ti ya a mi, largo rato. Con sus ojos que colmaban el cielo, no sé hasta qué honduras nos alcanzó, juntando la noche con el día, el olvido con la memoria. Y luego dijo: "Todo cuanto los ángeles debían hacer con ustedes ya está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo". El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas recuperaron su color negro, su gran fuerza. Nuestro Padre le encomendó vigilar que su voluntad se cumpliera.
El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado; comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban, cumplía. "Sí, papacito; sí, mamacita", era cuanto solía decir. Quizá a causa de tener una cierta expresión de espanto, y por su ropa tan haraposa y acaso, también porque quería hablar, el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al anochecer, cuando los siervos se reunían para rezar el Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al pongo delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo. Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya estaba hincado, le daba golpes suaves en la cara. · Creo que eres perro. ¡Ladra! - le decía. El hombrecito no podía ladrar. · Ponte en cuatro patas - le ordenaba entonces- El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies. · Trota de costado, como perro - seguía ordenándole el hacendado.
El hombrecito sabía correr imitando a los perros pequeños de la puna. El patrón reía de muy buena gana; la risa le sacudía todo el cuerpo. · ¡Regresa! - le gritaba cuando el sirviente alcanzaba trotando el extremo del gran corredor. El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado. Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras tanto el Ave María, despacio, como viento interior en el corazón. · ¡Alza las orejas ahora, vizcacha! ¡Vizcacha eres! - mandaba el señor al cansado hombrecito. - Siéntate en dos patas; empalma las manos. Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando permanecen quietos, como orando sobre las rocas. Pero no podía alzar las orejas. Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor. · Recemos el Padrenuestro - decía luego el patrón a sus indios, que esperaban en fila. El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie. En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al patio y se dirigían al caserío de la hacienda. · ¡Vete pancita! - solía ordenar, después, el patrón al pongo. Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus iguales, los colonos.
Pero... una tarde, a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo con sus densos ojos, ése, ese hobrecito, habló muy claramente. Su rostro seguía un poco espantado. · Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte - dijo. El patrón no oyó lo que oía. · ¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro? - preguntó. · Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero hablarte - repitió el pongo. · Habla... si puedes - contestó el hacendado. · Padre mío, señor mío, corazón mío - empezó a hablar el hombrecito -. Soñé anoche que habíamos muerto los dos juntos; juntos habíamos muerto. · ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio - le dijo el gran patrón. · Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos desnudos. Los dos juntos; desnudos ante nuestro gran Padre San Francisco. · ¿Y después? ¡Habla! - ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por la curiosidad. · Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro gran Padre San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos examinaba, pensando, creo, el corazón de cada uno y lo que éramos y lo que somos.
Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío. ¿Y tú? · No puedo saber cómo estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo. Bueno, sigue contando. · Entonces, después, nuestro Padre dijo con su boca: "De todos los ángeles, el más hermoso, que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro ángel pequeño, que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de chancaca más transparente". ¿Y entonces? - preguntó el patrón. Los indios siervos oían, oían al pongo, con atención sin cuenta pero temerosos. · Dueño mío: apenas nuestro gran Padre San Francisco dio la orden, apareció un ángel, brillando, alto como el sol; vino hasta llegar delante de nuestro Padre, caminando despacio. Detrás del ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de luz suave como el resplandor de las flores. Traía en las manos una copa de oro. ¿Y entonces? - repitió el patrón. · "Angel mayor: cubre a este caballero con la miel que está en la copa de oro; que tus manos sean como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre", diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el ángel excelso, levantando la miel con sus manos, enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía, como si estuviera hecho de oro, transparente. · Así tenía que ser - dijo el patrón, y luego preguntó: ¿Y a ti? · Cuando tú brillabas en el cielo, nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar: "Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano". ¿Y entonces? · Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le alcanzaban las fuerzas para mantener las alas en su sitio, llegó ante nuestro gran Padre; llegó bien cansado, con las alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro grande. "Oye viejo - ordenó nuestro gran Padre a ese pobre ángel -, embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que hay en esa lata que has traído; todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo como puedas. ¡Rápido!". Entonces, con sus manos nudosas, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata, me cubrió, desigual, el cuerpo, así como se echa barro en la pared de una casa ordinaria, sin cuidado. Y aparecí avergonzado, en la luz del cielo, apestando... · Así mismo tenía que ser - afirmó el patrón. - ¡Continúa! ¿O todo concluye allí? · No, padrecito mío, señor mío. Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo, nos vimos juntos, los dos, ante nuestro Gran padre San Francisco, él volvió a mirarnos, también nuevamente, ya a ti ya a mi, largo rato. Con sus ojos que colmaban el cielo, no sé hasta qué honduras nos alcanzó, juntando la noche con el día, el olvido con la memoria. Y luego dijo: "Todo cuanto los ángeles debían hacer con ustedes ya está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo". El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas recuperaron su color negro, su gran fuerza. Nuestro Padre le encomendó vigilar que su voluntad se cumpliera.
SIGNIFICADO
pongo. (Del quechua punco). m. Bol. y Perú. Indio que hace oficios de criado. 2. Bol. y Perú. Indígena que trabajaba en una finca y estaba obligado a servir al propietario, durante una semana, a cambio del permiso que este le daba para sembrar una fracción de su tierra. 3. Perú. Paso angosto y peligroso de un río.
Conoce más sobre este gran autor en http://www.librosperuanos.com/autores/jose_maria_arguedas.html
Jose Maria Arguedas ES REALMENTE LO MAXIMO
ResponderBorrarEl texto narrativo realista PACO YUNQUE (César Vallejo) y EL SUEÑO DEL PONGO (José María Arguedas) tienen gran similitud entre si, ya que tienen un mismo tema a tratar, en los dos casos se menciona el tema de:
ResponderBorrara)La injusticia
b)El premio y el castigo
c)El abuso
d)La discriminación
Es muy penoso ver hoy en día a muchas personas adineradas que venden hasta sus valores para obtener más y más dinero,como en el caso de las dos obras,que se presenta un personaje en muy buena clase social y con muy buena economía pero pésima ética.
Estos dos textos narrativos nos muestra la realidad del Perú de como es que el de mayor dinero abusa del pobre quienes los tildan de miserables y los tratan peor que un animal, lastima que actualmente en muchos lugares aun siga sucediendo lo mismo y así dicen que el PERÚ AVANZA.....
Atte: Nuth Purizaca Cortez
P.D.: Mis disculpas por las faltas ortográficas y la cohesión.
El texto narrativo realista PACO YUNQUE (César Vallejo) y EL SUEÑO DEL PONGO (José María Arguedas) tienen gran similitud entre si, ya que tienen un mismo tema a tratar, en los dos casos se menciona el tema de:
ResponderBorrara)La injusticia
b)El premio y el castigo
c)El abuso
d)La discriminación
Es muy penoso ver hoy en día a muchas personas adineradas que venden hasta sus valores para obtener más y más dinero,como en el caso de esta obra,que se presenta un personaje en muy buena clase social y con muy buena economía pero pésima ética.
Estos dos textos narrativos nos muestra la realidad del Perú de como es que el de mayor dinero abusa del pobre quienes los tildan de miserables y los tratan peor que un animal,lastima que actualmente en muchos lugares aun siga sucediendo lo mismo y así dicen que el PERÚ AVANZA.....
Atte: Nuth Purizaca Cortez
P.D.: Mis disculpas por las faltas ortográficas y la cohesión.
"El sueño del pongo" es un cuento de José María Arguedas, escritor peruano que introduce en sus obras terminologías quechua, y por ende, nos da un alcanze de un mundo fructífero en tradición, supersticiones y folclore.
ResponderBorrarEste cuento narra la historia de un pongo que trabaja para un hacendado tirano y cruel. Este se mofa del pongo y lo usa como un bufón, como un ser no humano, carente de inteligencia, sentimientos y libre albedrío.El pongo soporta estas circunstancias en silencio, hasta que se atreve a contarle a su patrón su sueño, en el cual se juzga a los dos personajes según sus actos.
Se puede decir que este relato nos pone de manifiesto el sentido de justicia que, aun si es que demora
no tardará en presentarse.
..rubens
ResponderBorrarMe parece un muy buen cuento reflexivo de parte de José María Arguedas. Este mismo refleja la injusticia que sufren las personas de menos recursos, a las cuales se les considera como "inferiores". Tampoco se debe abusar y discriminar a las personas que no tuvieron la misma suerte que otras al tener lujos. A pesar de esto la justicia se manifiesta castigando al que se cree superior y humilla a los demás.
ResponderBorrarCreo indudablemente que cada día más gente debe darse cuenta que todo tiene acción y reacción, y lo que se hace tarde o temprano se paga.
Gracias profesor por postear este tipo de cuentos.
Atte: Jorge Ruiz Manrique
"El sueño del pongo",es un cuento de José María Arguedas,en donde se resalta el abuso de autoridad y discriminación social.Este cuento nos narra como un hombrecito cuando entra a trabajar al servicio de un gran hacendado,es humillado y maltratado pero este luego de seguidos pedidos le expresa su sueño en el cual el se ve reflejado ante una merecida justicia.Esto nos hace ver que no debemos de aprovechar de la autoridad que tengamos ante cualquier situacion.
ResponderBorrarATTE:Dalia Escudero
rubenz ramirez
ResponderBorrarbueno este cuento me parece interesante por que trata sobre el maltrato físico y psicológico...
ResponderBorrarjherson..!
Este cuento tradicional de José María Arquedas, "El sueño del pongo" tiene de tema principal la reparación del daño que el pongo recibe del hacendado abusivo, en sueños.
ResponderBorrarUn pongo, de pequeña estatura sirviente de un hacendado abusivo, trabajaba todos los dias sin renegar, ni hablar, solo se limitaba a obedecer cualquier orden de su amo. Este comportamiento del pongo llevaba al hacendado a llegar a extremos de burla hacia su sirviente, llegando hasta llamarlo "perro" y obligarlo a pararlo en cuatro manos y a ladrar. Pero un dia en la hora del Ave Maria, el pongo se atrevió hablar y pidió permiso a su amo para contarle su sueño en público. Trataba de que los dos estaban completamente desnudos ante San Francisco y que, éste ordenó a sus ángeles a que bañara a su amo con miel, y al pongo con excremento en todo el cuerpo. Hecho esto, el padre San Francisco ordeno a ambos lamerse mutuamente despacio y por mucho tiempo.
Hecho este resumen mi comentario y reflexión seria : De la injusticia se llega a la justicia, siendo el pongo bañado con excremento, seria por consiguiente, el maltrato que recibía el pongo de parte de su amo. Hecho esto, la justicia seria lo que el padre dispone, simplemente "lámanse el uno con el otro", nada mas.
Atte : Sheyla Palomino Flores
*Lindo cuento profe, me hizo suspirar para este coment, Gracias!
PROMO 2010 "Mario Vargas Llosa"
Este es un extraordinario cuento de José María Arquedas.
ResponderBorrarNos hace reflexionar sobre el abuso y la discriminación hacia los indígenas.
El cuento nos quiere enseñar sobre lo que cada uno uno se merece por sus actos,y toma como ejemplo al pongo y al patrón.Este último era un hombre abusivo con sus sirvientes y en especial con su pongo, puesto que este era un hombrecito humilde e inofensivo.
Al final, en el sueño del pongo nos da una lección puesto que los angeles bañan al patrón de miel, y al pongo;de excrento, y después hacen que se laman uno a otro...
...... Rub£n§ Ramírez
Primero lo primero, me pareció muy bueno el cuento ya que nos muestra cosas que pasan en nuestra vida diaria. Ya sea en el trabajo u otro lugar, la mayoría de trabajadoras de casa sufren aquel abuso que también sufría el pongo ya que los dueños suelen ser muy ofensivos y abusivos con los empleados.No solo físicamente si no verbalmente.
ResponderBorrarEl sueño que tuvo el Pongo fue una interpretación donde nos muestra que cada persona merece lo mismo que da, es por eso que el pongo sueña que el dueño recibe una gran lección a todo lo malo que ha hecho.
Por eso debemos aprender a respetar a las personas y no ser ofensivos ni abusivos, ni pensar que somos mas por que tenemos mas o solemos tener mas cosas que otros. Ya que nunca sabemos si en un futuro podemos vivir lo que la otra persona vive.
Dios hizo a todos por igual!
Atte: Su alumna Hevelin Borda Quintana.
El sueño del Pongo es un cuento quechua de José María Arguedas.Este cuento fue recopilado por el autor cuando un cuzqueño le contaba sobre un acontecimiento, él lo escribió en quechua y lo tradujo en español.
ResponderBorrarEl sueño de pongo trata sobre la justicia que tarde o temprano se realiza a aquel que hace daño (como el caso del hacendado abusivo).
El Pongo es un ser del que todos se burlan y lo toman como un bufon que no vale la pena ,sin embargo, el sueño que tiene llega a dejar asombrados a aquellos que lo escuchan , en el caso del hacendado a quien en el principio del sueño ,sale beneficiado ,pero al seguir el relato ya parece que los personajes se invierten.
Paola Gómez Romero
4 ALFA CENTAURI
Postdata:valga la redundancia de la palabra QUECHUA para especificar un acontecimiento del autor.
El Sueño del Pongo es clara muestra de la genialidad del grueso de los escritores peruanos.
ResponderBorrarLa historia relata como un pongo(sirviente) era maltratado y cual seria el infausto destino que le tocaria por recompenza a su verdugo.
Renzo Espinoza S.
Bueno, respecto al cuento EL SUEÑO DEL PONGO debo admitir que mucho antes ya había escuchado de este relato.
ResponderBorrarPienso que José María Arguedas quería plasmar la injusticia en este cuento, aunque no sea tan original por lo que tengo entendido. Por lo general, tendemos a prescindir las injusticias que martirizan a los «indios» peruanos sin denunciar u opinar al respecto. Sin embargo, el hecho de que un patrón denigre y maltrate (no solo física, sino psicológicamente también) se sigue viendo hoy en día, teniendo en cuenta que el cuento habla de la época colonial.
Lo que caracteriza a este cuento, creo yo, es lo que manifiesta Arguedas a través del sueño que tuvo el pongo, porque de otra manera, creo que se conoce de muchas maneras los maltratos que reciben los oprimidos sirvientes.
ARLI AYALA
Cuarto año Alfa Centaury ♥
ES UN BUEN CUENTO QUE DEMUESTRA QUE AL FINAL DE TODO, LOS MALES HECHOS EN LA TIERRA SE PAGAN ACÁ Y NO EN UNA PSEUDOREALIDAD(CIELO).
ResponderBorrarMIGUEL ANGEL TOLEDO CAMPOS.
NSLM SUR
En este cuento nos narra el sufrimiento y el maltrato que pasa
ResponderBorrarel Pomngo por su patrón .Ami parecer este cuento es muy valiosos porque resalta el abuso de poder que tiene el patrón con su sirviente indefenso
El sueño y del pongo de Jose Maria Arguedas ,al pongo lo trataban horrible como si fuera una cosa su jefe lo mandaba de todo y el rendido a sus pies.
ResponderBorrarUn día el pongo le conto su sueño a su jefe.
Pero al final cambia.
JUNIOR MORE ALFA CENTAURY
El Sueño Del Pongo
ResponderBorrarEste trata de un pongo que era tratado como un desgraciado lo insultaban bien feo ,hasta que un día el pongo le conto a su jefe de su sueño y al final cambiotodo.... Junior More Casaverde
.Alfa Centaury.
El sueño del pongo trata de un joven que lo trataban muy mal, pero como el era un empleado el tenía que obedecer, lo trataba muy mal como si fuera un animal y el solo tenía que hacer caso a lo que el decía porque el era su jefe hasta que un día el pongo le contó de su sueño a su jefe y desde ese momento todo cambió para bien. El Sueño del Pongo es un cuento que nos pone a pensar que ese tipo de injusticias también ocurren en nuestro país, y que si existen el tipo de gente que no hace valorar los derechos de los demás.
ResponderBorrarCesar Alvarado
4º Alfa Centauri
El sueño del pongo me pareció un cuento muy realista ya que muchas personas abusan de su poder ,por ejemplo el patrón que se burlaba del pongo solo porque este era una persona muy humilde. Pero al final del cuento el pongo logra captar la atención del patrón contándole su sueño donde el patrón lame el cuerpo del pongo que estaba cubierto de excremento y el pongo lame el cuerpo del patrón que estaba cubierto de miel; esa fue la parte que más me gusto.
ResponderBorrarEl sueño del pongo me pareció un cuento muy realista ya que muchas personas abusan de su poder ,por ejemplo el patrón que se burlaba del pongo solo porque este era una persona muy humilde. Pero al final del cuento el pongo logra captar la atención del patrón contándole su sueño donde el patrón lame el cuerpo del pongo que estaba cubierto de excremento y el pongo lame el cuerpo del patrón que estaba cubierto de miel; esa fue la parte que más me gusto.
ResponderBorrarJOSE MARIA ARGUEDAS PLASMA SU IDEA EN "EL SUEÑO DEL PONGO" DE COMO LA GENTE ADINERADA TRATA A LOS SIERVOS Y QUE SE SIGUE VIENDO HASTA AHORA, Y DE COMO ESA GENTE EXPRESA LA FORMA DE COMO QUIREN DE LOS TRATEN
ResponderBorrarJOSE YSIQUE N.
4° ALFA CENTAURY
JOSE MARIA ARGUEDAS EXPRESA SU IDEA EN "EL SUEÑO DEL PONGO" DE COMO LA GENTE ADINERADA TRATA A LA GENTE HUMILDE Y QUE SE SIGUE VIENDO HASTA AHORA, Y LA GENTE HUMILDE, DESDE SU PUNTO DE VISTA, QUIEREN SE TRATADOS
ResponderBorrarJOSE YSIQUE N.
4° ALFA CENTAURY
mayra maldonado castro
ResponderBorrarLas dos obras tienen gran similitud ya que SU TEMA PRINCIPAL ES LA DISCRIMINACIÒN Y LA INJUSTICIA.
EN EL SUEÑO DEL PONGO ,Pongo es discriminado por su patròn ,al mismo tiempo es humillado.
En Paco Yunque es discriminado y humillado por Humberto Grieve ,que lo golpeaba en muchas ocasiones.En estas dos obras se refleja la situaciòn deprimente de la clase baja y la clase alta ,esta ùltima humillando a la clase baja.La servidumbre no tenìa consideraciones.En conclusiòn DEBERÌAMOS REFLEXIONAR SOBRE ESTO.
alfa centaury .
Creo yo que Jose Maria Arguedas escribió este texto para podernos mostrarnos a través de la historia:
ResponderBorrarla discriminación y la injusticia hacia personas que son iguales que nosotros pero que por la falta de conocimientos ,personas lo catalogan como personas inferiores y se toman el derecho de humillarlos.
Para mi eso es un grave error.
Por eso es importante leer mas libros sobre este tema
Bueno creo yo que el autor Jose Maria Arguedas mediante su obra ha querido mostrarnos la realidas de las cosas atraves del cuento EL SUEÑO DEL PONGO en la cual nos relata la injustia y la discrimminacion hacia personas indigenas , que son iguales que nosotros pero que erróneamente son catalogadas como "inferiores" y se toman el derecho de humillarlos , es por eso que es bueno leer mas de este tipo de cuentos .
ResponderBorraratte :: Angela Escobar H
4 alfa Centaury
En el texto narrativo el SUEÑO DEL PONGO , trata un tema en especial el maltrato, al igual que tambien se pueden encontrar antivalores como la injusticia ,la discriminacion ,esclavitud e ignorancia,etc.
ResponderBorrarEste es un texto que se pueden observar en la vida real, cuando los sirvientes son maltratados por sus patrones .Esperemos que esta situacion cambie ,recomendando que lean el sueño del pongo . =)
Jose María Arguedas, unos de los máximos representantes de la literatura indigenista y considerado como el mejor relatista de cuentos del Perú , pertenecío a la generación de los 50; junto con M. Vargas Llosa y otros escritores de renombre, se convirtío en uno de los más importantes escritores en el Perú y en el mundo.
ResponderBorrarCon este breve cuento titulado ''El sueño del Pongo'' nos introduce en la situación de un pequeño y escuálido hombre, que sufre un sin numeros de situaciones tiranas y despiadadas de parte de su patrón, llegando a ridiculizarlo en frente de los habitantes de su hacienda, pero llega un instante en el cuento, en que el humilde hombre se arma de valor y le cuenta su sueño, dandole un final irónico a la historia.
Despues de haber leído esta historia, llegé a la conclusíon de que José M. Arguedas nos quizo dar a entender,en esta historia, sobre las injusticia y discrimacíon que sufre el indigina y de como el destino puede darle la contra al poder, maldiciendo a la persona que osoº hacer daño a otra persona, vanagloriandose así mismo en su dinero y poder; cosa que pienso que esta mal y no se debería hacer en los tiempos actuales .
Comentario realizado por :
Juan Antonio Chiri Flores
Alfa Centary ^^
Osoº : Conjugación del verbo osar, no lleva tilde. (RAE)
hay bonito(Y)!!!
ResponderBorrarALMENDRA ROMANI
ResponderBorrar"EL SUEÑO DEL PONGO",ESCRITO POR JOSÈ MARÍA ARGUEDAS, NOS RELATA LA LUCHA DE CLASES Y TAMBIEN QUE SIGNIFICA EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS DIFERENTES.ESTE CUENTO NOS REFLEJA LAS INJUSTICIAS QUE HOY EN DÌA SE DAN HACIA LAS PERSONAS QUE NO TIENEN MUCHOS RECURSOS ECONÒMICOS.
ALFA CENTAURY
bueno Jose María Arguedas, unos de los máximos representantes de la literatura indigenista y considerado como el mejor relatista de cuentos del Perú , pertenecío a la generación de los 50; junto con M. Vargas Llosa y otros escritores de renombre, se convirtío en uno de los más importantes escritores en el Perú y en el mundo.
ResponderBorrarIVONNE ELIZABETH CASTILLON BARROS - ALFA CENTAURY
ResponderBorrar"El Sueño del Pongo": Como sabemos el detalle o el tema principal que se hace de notar en este cuento es el que nos habla acerca de la difenrencia de las clases sociales y lo que trae consigo, la discriminación. Durante aquellas época se sabía que habia un sentido de superioridad entre el español y el indio, esta hacía que los españoles tratasen de la peor manera a los indios y que estos sena frente a sus abusos.El conclusión es uno de los muchos ejemplos en los que se observaba la discriminación frente a los indigenas.
MvCho traBaJo PrivaDaZ.
ResponderBorrar=) xP! (11)
El sueño del pongo me gusto
ResponderBorrarhabla sobre lo agreseivo de maltratos y psicologicos ...
el sueño del pongo trata de los maltratos psicologicos y fisicos el cuento es bien esplicado y argumentado buena...
ResponderBorrarATTE:HENRY MARTEL GUERRA (CATOLICA)
Olaz, soi aracely ximena kiero decir k este artículo me sirvio para hacer mi tarea; y agradezco a kn lo haya publicado :) besos a toos bye
ResponderBorrarTodo lo que han escrito me parece interesante,esta claro lo que plantea José María Arguedas respecto a la relación que existe entre el Amo y el pongo. leí aquí el punto de vista donde el pongo tiene una reivindicación en su sueño,se hablaba de la justicia que llega al final,discriminación peruana, humillación,clases sociales,pero se han preguntado, En efecto,¿Sería un sueño o un invento?, ¿por qué se empeña en referir su sueño al patrón?, ¿Para qué?,¿realmente pensaría en humillarlo también o lo haría con otra intención?,¿valdría la pena arriesgar su vida al contar tal sueño?.Ojala propongan ideas para enriquecer más este análisis, gracias por su atención.
ResponderBorrarCrees que en este cuento se refleja lo que sucede hoy en dia
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