Las
celebraciones por Navidad han dejado en un descarado segundo plano el recordar
un nacimiento divino, pues lo que realmente está en primer plano es el
consumismo de todo tipo de bienes materiales. Sin embargo, la sensibilidad y
solidaridad del público está más presente en este mes que en otros, y eso es
muy bien aprovechado por las empresas comerciales. Así, las generaciones de niños desarrollarán una
mentalidad cada vez más pragmática, por lo cual, en su adultez, la Navidad,
progresivamente, quedará relegada solo a lo comercial. Quizá, en un futuro no
muy lejano, la gente ya no sabrá de quién se celebra el nacimiento el 25 de
diciembre. Este conocimiento será parte de las leyendas de ancianos que
vagamente lo podrán contar.
A continuación, un video publicitario de una empresa de televisión por cable que- según yo- ha representado , destacadamente, la personificación del miedo sensibilizada por la cada año más consumista navidad.
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