domingo, 17 de febrero de 2008

LA DIRECTIVA DEL TERCIO SUPERIOR NO ES APLICABLE
El Gobierno peruano pretende mejorar la calidad educativa mediante una disposición inaplicable en la actualidad.
Se le pide al docente, el que postula para un contrato en una institución educativa estatal, el pertenecer al tercio superior de la promoción en la que egresó de alguna universidad o instituto pedagógico.
Este requisito se agrega de un momento a otro y sucede tras una tensa situación entre el Gobierno y el Sutep (Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú) por lo que se presentan denuncias por una venganza política del Gobierno.
Lo patente es la improvisación de la política educativa peruana mediante fórmulas relativas y sectarias, algo que caracteriza a los gobiernos de nuestra vida republicana y que provocan solo el fracaso ante su aplicación. Por ejemplo, planes como el de bachillerato (ingresaron egresados de secundaria a la universidad sin la cultura suficiente), el plan Huascarán (una falsa aplicación de la tecnología en la educación representada en colegios sin computadoras).
La medida del tercio superior debió planearse gradualmente y no en el proceso de contratos sino directamente en el centro de estudios (universidad o instituto) en el que la nota mínima para egresar como docente debe ser 14. Así se eliminaría la idea de tercio y se mejoraría la calidad de los egresados.
En la actualidad un egresado de Educación puede hacerlo con nota 11, lo cual deja mucho que decir de alguien que luego exigirá buen rendimiento a sus pupilos.
En Educación el tema de la nota 14 para egresar- que es mi propuesta- se justifica por la naturaleza de la profesión: rol protagónico en la formación de ciudadanos de todas las profesiones, el brindar una educación integral, dotada de valores y rol concientizador de la realidad nacional.
EL TERCIO SUPERIOR :Aplicación arbitraria del ministro de Educación
Significa pertenecer a la mejor tercera parte-según promedio ponderado-de egresados de la promoción de universidad o instituto. O sea que si egresan 90 docentes, solo los 30 mejores en promedio de notas podrán acceder a un contrato público en alguna institución educativa estatal.
Los otros 60 patearán latas, o se dedicarán a otro oficio independiente (ambulantes, taxistas, albañiles,etc. ; padres o madres de familia). Esto sucedería porque el Estado no les reconoce el título obtenido por no pertenecer al tercio.
Pertenezco al tercio superior de Educación de la UNMSM, pero cuando estudié jamás pensé que el promedio sería objeto de posteriores medidas arbitrarias por parte del Estado. Durante mis estudios universitarios tuve que solventar mis gastos con variados oficios y evitar que estas actividades laborales, realizadas por necesidad económica, perjudiquen mi rendimiento universitario.
El tercio superior como forma de selección no es una garantía de calidad docente, el tercio superior es relativo a muchos factores (el nivel de notas de la promoción que egresa el docente, la forma de calificación de los catedráticos, la realidad económica como agente limitante para satisfacer una buena alimentación de estudiante de educación superior y por tanto un buen rendiemiento, la naturaleza privada o estatal del centro de estudios, etc.)
Hay docentes egresados hace más de veinte o treinta años y que pertenecen al tercio con el mérito obtenido, pero egresaron con conocimientos ya antiguos. En cambio, hay egresados hace cinco años que manejan contenidos actualizados sobre idiomas, computación, métodos de enseñanza, etc., pero si este docente no pertenece al tercio superior estará en injusta desventaja.
Otro caso que demuestra el caráter relativo de pertenecer al tercio superior es muy notorio entre las diferencias de clases sociales. Dónde esta la calidad educativa entre un egresado de un centro de estudios estatal a quien le costó hambre y trabajo terminar su carrera con una nota que pertenezca al tercio y un egresado de un centro privado de educación superior cuyo pago mensual o semestral garantiza de forma facilista, en algunos casos, el regalo de nota por parte del catedrático o quizá la menor exigencia.
Como docente, me indigno ante tanta arbitrariedad polítuca. La educación de los peruanos no es un juego, pero la falta de madurez y seriedad de los que nos gobiernan provoca que cada cinco años se adopten medidas desarticuladas de las anteriores. Hace falta un real análisis de la educación en el Perú y que a partir de este se adopten medidas pertinentes para ir progresivamente mejorando las graves falencias. Este proyecto debe implicarnos a todos, es una labor colectiva, Sólo así tendremos una mejora educativa real en un futuro que esperemos no sea tan lejano.
Lic. José Orlando Abanto Quevedo

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